Hacer sentadillas se ha convertido en un básico por sus grandes resultados y posibilidades. Y es que sus diferentes variantes lo convierten en un ejercicio estrella para cualquier persona con independencia de su condición física. Permite una gran evolución y resultados muy evidentes. Sin embargo, existen algunos errores que se repiten con frecuencia y que conviene corregir. Hoy te hablamos de cinco de ellos. Toma consciencia para lograr una buena técnica y empieza a conseguir tus objetivos desde hoy mismo.

Aunque hacer sentadillas parece fácil, es frecuente caer en ciertos errores. Si no somos conscientes de ellos y los repetimos en el tiempo, es probable que acabemos por desarrollar una mala técnica que limite nuestra evolución. El primer paso para corregirlos es ser conscientes de ellos y ponerle freno cuanto antes. Hoy te contamos los cinco más comunes. ¿Te sientes identificado/a con alguno? ¡Es hora de mejorar la técnica y conseguir el éxito!

5 Errores comunes al hacer sentadillas

No llegar a los noventa grados de sentadilla

No es necesario hacer una sentadilla profunda si no tienes el nivel suficiente para controlarlo. Ser prudentes es necesario para no hacerse daño ni ensuciar el movimiento. Sin embargo, debes bajar un mínimo para que la musculatura se active y el trabajo sea efectivo. Para ello, intenta flexionar las rodillas hasta formar un ángulo de noventa grados. Aguanta un par de segundos y emprende el ascenso hasta la posición inicial.

Inclinar el torso

Es necesario mantener la espalda alargada con el torso abierto y hacia arriba. Encorvarse o inclinar el torso hacia delante restará eficacia al ejercicio. En el momento en el que vuelcas el peso hacia delante, se desactiva la musculatura y no trabaja. Es probable que experimentes una mayor facilidad de movimiento si caes en este error, pero de nada sirve poder hacer cien sentadillas seguidas si no las haces bien.

Volcar las rodillas en la bajada

Del mismo modo en el que la espalda debe estar fuerte, resistente y estable, las rodillas deben mantenerse alineadas y en su sitio. Muchas personas juntan las rodillas al bajar o dejan que estas caigan hacia dentro. No solo estarás haciendo sentadillas ineficaces, si no que podrías hacerte daño y provocar alguna lesión en la articulación. Recuerda, para hacer sentadillas es necesario un cuerpo firme y estable. Una vez lograda esa sensación, entonces es el momento de bajar sin relajarte en ningún momento hasta finalizar la serie.

Levantar los talones del suelo

Es preferible ir paso a paso de forma efectiva, que lanzarse al movimiento sin técnica. Separa los pies un poco más del ancho de caderas, asegúrate de apoyar bien las plantas en el suelo e imagínate que estas están pegadas de manera que no las puedes mover ni levantar. Hay personas que al hacer sentadillas elevan los talones despegándolos del suelo. ¡No! ¡Error! De esta manera estás cargando el peso en los tobillos y las rodillas, lo cual los pone en riesgo. Además, el glúteo está totalmente desactivado por lo que no trabaja. Concéntrate y siente la estabilidad y el peso en su lugar.

No evolucionar al hacer sentadillas

Si te encuentras cómodo/a haciendo sentadillas clásicas no te conformes con repetir siempre la misma rutina. Tal vez sea el momento de innovar con otras variantes, incluir saltos, peso o resistencia. Ponte a prueba y lograrás no solo un trabajo más completo, sino más dinámico divertido y reconfortante. Si algo permite hacer sentadillas es el aumento de la intensidad y una evolución notoria. ¡Márcate objetivos, supera retos y haz que tus glúteos y piernas ardan!

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