Con independencia de tu nivel y experiencia en la carrera, si sales a correr habitualmente, este post es para ti. Los pies son la herramienta más importante de un corredor/a y atenderlos es fundamental. Si ignoras este hecho es probable que, antes o después, estos acaben fallando. Descubre los siguientes consejos para cuidar los pies de un runner e intégralos en tu rutina diaria. ¿El resultado? ¡Unos pies preparados para la acción!
El resultado de cualquier entrenamiento depende de diferentes factores. Por una parte, la calidad de la rutina deportiva, hace que la evolución del deportista vaya a un ritmo determinado. La capacidad para organizar el entrenamiento así como la capacidad de tu cuerpo para enfrentarlo, reportará unos resultados u otros. Por otro lado, está la parte más silenciosa del entrenamiento, que se refiere a esa que no se ve pero que resulta fundamental para aumentar la productividad. En este segundo campo, podemos incluir el descanso, así como los diferentes cuidados hacia nuestro cuerpo. Un corredor que se permite tiempo de descanso, que acude regularmente a una clínica de fisioterapia para optimizar el estado de su musculatura o que atiende los cuidados de sus pies notará, con total seguridad, unos avances más profundos y duraderos. Y tú, ¿qué clase de runner eres?
¿Cómo cuidar los pies de un runner?
Utiliza el calzado adecuado
Cuando hablamos de calzado adecuado nos referimos a unas zapatillas deportivas que te resulten confortables. Con independencia del precio, la marca o el color, unas zapatillas cómodas garantizan el buen resultado de la carrera. No tengas prisa en comprarlas y dedica tiempo a probarlas y caminar e, incluso, imitar los movimientos del running para comprobar si es lo que estás buscando. No deben ejercer excesiva presión ni tampoco estar sueltas. Ten en cuenta que tus dedos no estén arrugados en la punta y olvida eso de “ya cederán”. Tus pies necesitan espacio para sentir la pisada y trabajar en la dirección adecuada.
No vayas de estreno a una competición
Parece un tip muy básico, pero son muchas las personas que incluyen prendas sin estrenar en su mochila de carrera. Especialmente el calzado, aunque también el resto de ropa, necesita rodar y adaptarse a tu cuerpo. De lo contrario, te arriesgas a recibir más de una sorpresa indeseada a mitad de trayecto. Rozaduras, rojeces, ampollas, incomodidad, picor… son algunas de las sensaciones que podrían provocarte el uso de prendas nuevas. ¡No te la juegues y utiliza aquello que sueles ponerte con frecuencia! Si lo usas a diario, al fin y al cabo, es porque te sientes a gusto.
Los calcetines también importan
Una vez has elegido las zapatillas adecuadas, habrás dado el primer paso pero no el único. La elección de los calcetines también es básica. Y es que estos son uno de los principales causantes de rozaduras, ampollas y otras consecuencias derivadas de una mala elección en este sentido. Las costuras, la falta de presión o pensar que cualquier cosa vale, puede jugarte una mala pasada. Elige unos calcetines que se adapten bien a tus pies, con un tejido transpirable y con materiales resistentes y de calidad.
Aprieta los cordones lo suficiente
Una de las cosas más incómodas y que suponen un obstáculo importante para tu evolución, es llevar las zapatillas sueltas. Si te baila el pie en el interior del calzado, es probable que estés más pendiente de no torcerte un tobillo que de ejecutar una buena pisada. No oprimas tu pies, pero aprieta los cordones lo suficiente como para que estén bien sujetos.
¿Cuidar los pies de un runner? ¡Stop rozaduras!
Seguro que como runner, habrás sufrido rozaduras y ampollas en más de una ocasión. Una mala elección en las zapatillas o el uso de calcetines inadecuados son las principales causas de estas pequeñas lesiones. Por otro lado, siempre puedes utilizar productos antifricción en las zonas más conflictivas como talones o empeines, para evitar la aparición de estas molestias.
Baños de agua fría
Tras la carrera, es frecuente que los pies estén algo hinchados y calientes. Bañarlos en agua fría o aplicar hielo, puede favorecer la recuperación de los mismos y suponer un gran alivio y relajación. Si tienes algún pequeño roce, puedes añadir sal marina al agua para que ayude a reparar los daños. Seca con suaves toquecitos e hidrata.
El corte de uñas es determinante
Cortarse las uñas correctamente es imprescindible para prevenir dolencias que puedan echar a perder tu actividad. Para evitar que esto suceda, córtalas cuadradas en lugar de redondeadas para prevenir la conocida uña encarnada. Esta puede ocasionar verdaderas molestias hasta imposibilitar el normal desarrollo de la rutina.
Los pies de un runner necesitan hidratación
La hidratación es básica para cualquier persona con independencia de la actividad que practique. Sin embargo, en corredores es frecuente una piel gruesa y seca que puede ocasionar grietas e incluso heridas. Además, el impacto de la carrera sobre una piel agrietada, puede hacerla propensa a infecciones y dificultar su recuperación. Aplica a diario, puedes hacerlo por la noche o tras la carrera, una crema altamente hidratante y masajea tus pies hasta lograr su absorción. Notarás una piel más flexible y una mayor comodidad.
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