En cuestión de actividad física, hay multitud de disciplinas que podemos llevar a cabo en función de nuestros gustos y necesidades. Si nos centramos en las actividades más funcionales, basadas en ejercicios multiarticulares, podemos encontrar ciertos básicos que forman parte de la mayoría de rutinas, con independencia de los objetivos que se persigan. Los burpees, son odiados por algunas personas y amados por otras por las sensaciones que se experimentan durante la ejecución y posteriormente a esta. Hoy vamos a hablar del Burpee perfecto. Y tú, ¿ya lo tienes dominado? ¡Vamos a verlo!

Para lograr los resultados esperados, no basta con llevar a cabo ciertas actividades o ejercicios. Mejorar progresivamente la técnica hasta lograr ejecutarlos correctamente es fundamental. Este hecho no solo es importante para que sean efectivos y nos permitan evidenciar resultados, sino para cuidar nuestro cuerpo y evitar algunas dolencias y lesiones. Es habitual encontrar personas que creen que no saben hacer un ejercicio o que este no les gusta. Una vez se les explica la técnica y se les da las pautas necesarias para su correcto desarrollo, observan un cambio. El ejercicio no solo pasa a gustarles, sino que se convierte en un imprescindible en su rutina. Con esto, debes entender que es imprescindible ir siempre un paso más allá antes de decidir si algo te gusta o no te gusta, se te da bien o mal. Nadie nace aprendido y, por ello, preguntar, informarse y practicar es algo esencial. Hoy vamos en busca del Burpee perfecto, ¿cómo se consigue?

El Burpee perfecto, paso a paso

Introducir los burpees en nuestra rutina es todo un acierto, pues trabaja grandes grupos musculares de una forma global, al mismo tiempo que aceleramos las pulsaciones. Puedes consultar nuestro post Beneficios de hacer burpees. Es importante entender que como la mayoría de ejercicios, es susceptible a variantes y cambios con el fin de ser factible para personas de con capacidades físicas distintas, más o menos entrenadas. Aun así, hay algunas claves que siempre se pueden aplicar y que supondrán el antes y el después de la práctica. ¡Vamos a verlos!

Actívate en todo momento

El burpee es la unión de varios ejercicios que, combinados, dan forma a este básico. Distraerse o hacerlo de manera pasiva, no solo no traerá los resultados deseados, sino que añadirá carga a la ejecución. Antes de comenzar concéntrate, sé consciente de tu cuerpo, activa el core y mantén esta actitud hasta finalizar la serie. No relajes en ningún momento y observarás cómo fluye mejor y se facilita la tarea. Además, evitarás hacerte daño en la transición de la plancha al salto. ¡Pruébalo!

Practica cada ejercicio por separado

Si eres novato/a en esto de los burpees, pero te has propuesto lograr el Burpee perfecto, no avances más de la cuenta. Ir paso a paso es un principio aplicable a cualquier circunstancia con garantía de éxito. Practica las sentadillas, las planchas y los saltos. Posteriormente empieza a combinar la sentadilla con la transición hacia la plancha y deshaz. Una vez tengas este paso dominado, repite varias veces la plancha unida al salto. Una vez que sientas comodidad en las transiciones, podrás desarrollar el ejercicio con más efectividad y seguridad.

No curves tu espalda

En todo momento, y si activas el core lo tendrás más fácil, debes alargar la espalda. Especialmente en la sentadilla hacia la plancha y en la vuelta de la plancha a la sentadilla. En este último punto, si hundes la zona lumbar, te costará más continuar el movimiento y estarás arriesgándote a sufrir alguna dolencia en la zona. Si recuerdas el punto uno y te activas completamente de principio a fin, estarás protegiendo tu cuerpo, facilitando la ejecución y, además, lograrás acercarte hacia la técnica perfecta.

Ojo con tus muñecas

Es muy importante controlar el ejercicio y no hacerlo a lo loco. Protegerte y ejecutarlo con seguridad es la principal clave. Tras finalizar la sentadilla, asegúrate de apoyar correctamente las manos en el suelo antes de continuar con la flexión (o con el paso que corresponda en función de la variedad de burpee que hagas). Si te lanzas al suelo antes de terminar la sentadilla y asegurarte el apoyo, puedes hacerte daño en las muñecas y, además, estarás perdiendo innecesariamente energía por el camino.

El Burpee perfecto sí, pero a tu ritmo

Tanto si estás en busca del Burpee perfecto, como de la sentadilla, la flexión, la dominada… debes respetar tus tiempos. Si logras ser consciente de tu cuerpo en todo momento, estarás un paso por encima y llevarás tu entrenamiento al siguiente nivel. Para ello, práctica lentamente, encuentra tus puntos débiles y ejercítalos de manera aislada, antes de integrarlos en el burpee. Recuerda que es preferible hacer menos repeticiones con buena técnica que hacer muchas perdiendo el control, especialmente si estás empezando.

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